Creatividad y eficacia
El hormigón impreso es uno de los materiales que más se pueden adaptar a os planes de decoración que hayamos trazado para nuestro jardín, nuestra terraza o nuestra casa. La enorme versatilidad del mismo, hace que su instalación sea perfectamente adaptable a cualquier estilo decorativo sin perder ni uno solo de los valores de eficacia que posee.
De esa firma, podemos jugar con los colores y las formas, dejar volar la imaginación y lograr ambientes únicos, personalizados y distintos a cualquier cosa que hayamos visto con anterioridad.
Prácticamente cualquier idea puede ser llevada a cabo por medio de una buena instalación de hormigón impreso. Suelos imitando madera, piedra, pizarra, en distintos tonos, con cenefas en las terrazas, formando dibujos como centro decorativo…
Imprimaciones en forma de espiga, de adoquín belga, guijarro francés, piedra mallorquina, en abanico, piedras irregulares o rústicas… lo cierto es que existe una amplia gama de formas de imprimación que se pueden adecuar a cada gusto y a cada estilo.
En cuanto a colores su gama también puede ser casi infinita y adaptable a cualquier estilo de decoración o al medio en el que esté situada la obra. Para la pigmentación del hormigón podemos usar distintos óxidos sintéticos que nos van a permitir obtener un arco iris de tonos distintos. Existe una enorme escala cromática basada en óxidos sintéticos de hierro que nos dan como resultado los tonos amarillos, naranjas, marrones, rojos y negros en distintos tonos. Por otro lado, los óxidos sintéticos basados en el cromo dan como resultado los colores verdes y los óxidos sintéticos mixtos nos aportan tonos de azul, gris y plateado que ofrecen un aspecto más serio en su acabado.
La enorme gama de tonos y colores así como la versatilidad de las formas no restan ni un ápice a la funcionalidad y a la eficacia del suelo de hormigón impreso ya que estos elementos decorativos se aplican en la capa superior del suelo ya como acabado de la obra. Debajo, en la capa principal, el hormigón, instalado en una solera que puede ser de hasta 14 cm de grosor según las necesidades, cumple con las particularidades más nobles que le caracterizan: aislamiento, impermeabilización, duración y resistencia.